A lo largo de la entrevista intentaron frases conciliadoras. Pero tanto Laura Costa, delegada regional del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación (Cambiemos), como Ramiro González Navarro, secretario de Articulación Territorial y Desarrollo Local de la Provincia (PJ), insistieron en culparse entre ellos y a sus partidos políticos rivales por el hambre que sufren miles de tucumanos.
“A mí me gustaría saber qué es lo que está haciendo la Provincia con el presupuesto que tiene”, manifestó Costa. “Los aumentos de precios, que son culpa de las políticas implementadas por el Presidente (Mauricio Macri), son los que llevan a que se incremente la pobreza”, declaró González Navarro.
El miércoles, “Panorama Tucumano” transmitió un informe sobre las dificultades alimentarias que enfrenta nuestra provincia. Tanto las cifras del Banco de Alimentos como las de Cáritas, dieron cuenta de un aumento en la cantidad de personas que acuden a los comedores sociales en busca de un plato de comida. Luego, se entrevistó a funcionarios provinciales y nacionales que trabajan en las respectivas carteras de Desarrollo Social.
Costa destacó la necesidad de combatir esta problemática con un enfoque integral. “Además del programa alimentario brindamos acompañamiento a las familias”, destacó. “No tenemos la responsabilidad directa que tiene la Provincia sobre muchísimas respuestas. Nosotros salimos a complementar y dar la respuesta que la Provincia no da”, remarcó. Según la delegada, la Nación mantiene cerca de 35 comedores en Tucumán, que reciben aproximadamente 6.000 beneficiarios.
González Navarro sostuvo que la responsabilidad por la seguridad alimentaria de los tucumanos “es de la Nación y es de la Provincia”. “La brutal transferencia de ingresos de los sectores más vulnerables hacia los más económicamente concentrados es la clave de la desigualdad social imperante”, interpretó. El secretario manifestó que, del presupuesto provincial, hay $ 222 millones destinados a comedores escolares. Aseguró que la Provincia asiste a 721 establecimientos distintos, a los que recurren un total de 180.000 niños.
Ambos funcionarios fueron consultados acerca de los motivos que dificultan un trabajo coordinado entre Nación y Provincia. “A mí me encantaría poder diagramar políticas conjuntas”, dijo Costa. “Pero en la gestión anterior Desarrollo Social fue la gran caja negra usada para el clientelismo político. Hoy se controla cada peso y eso muchas veces no gusta”, opinó. “Yo también creo que debemos sentarnos en la misma mesa, hemos hecho grandes esfuerzos para ello”, sostuvo González Navarro. “La Nación no está asistiendo como debería a la política alimentaria de la Provincia. Hace tiempo venimos solicitando un incremento en los montos de comedores escolares”, manifestó.